domingo, 21 de junio de 2009

Historias del Barrio


PERSONAJES:
El barrio tiene una población alta de adultos mayores y niños. Así mismo, la
población animal es extensa en lo que a caninos se refiere y encontramos casos de
animales como burros y caballos.

SONIDO:
El ambiente auditivo está compuesto por música que se emite desde las diferentes
casas, como por ejemplo canciones populares, reggaetón, salsa y vallenato a todo
volumen. Otros sonidos fueron el de las ollas a presión y el bullicio interno en cada
una de las casas. Así mismo, por su cercanía con el río este también hace parte del
panorama auditivo del barrio.

OLOR:
La contaminación excesiva al río Combeima se ve reflejada en los malos olores que
se expiden de allí. Aunque el aroma de los alimentos preparados en muchos de las
casas también acompañaron nuestro paseo de reconocimiento.

SECTOR VARIANTE
Un puente comunica al barrio Uribe Uribe con la invasión. Esta se encuentra cerca a
la variante de la panamericana. Allí todas las casas están hechas en madera,
guadua, latón y plástico. Y por su cercanía con el río Combeima, estas casas están
en mayor riesgo. En la invasión hay cerca de 12 casas, todas con las mismas
características y casi todas con la misma cantidad de ocupantes, de hasta 7
personas. Estas personas no tienen empleos fijos, trabajan en lo que salga y de eso
mismo deben mantener a su familia y vivir ellos mismos.

Tocando puertas, haciendo presencia en los entes gubernamentales, este hombre
que no pasa de los 37 años, ha hecho valer sus derechos, logrando valiosas ayudas
para su comunidad.

Vélez no necesita tener mucho estudio universitario para identificar las necesidades
de su comunidad, y saber donde ir, y con quien hablar, para buscar ayuda. Sí es
necesario con sus propias manos busca la solución.

Así como ha venido enfrentando la delincuencia que azota al lugar, que ha llevado a
estigmatizar a los habitantes del sector. Sí es preciso se dedica a retirar a los
delincuentes y viciosos que llegan a merodear, logrando un resultado positivo.

El barrio Uribe Uribe, se encuentra en una ubicación vulnerable de avalancha por
estar en la ribera del río Combeima, esto lo tiene muy claro el Presidente de la JAC,
quien día a día busca personas y elementos que ayuden en la prevención de
desastres, tanto así que está organizando un plan de choque o simulacro para
concienciar a la comunidad de la situación.

Orgulloso Enrique, ante la visita de extraños a su barrio menciona los programas,
organizaciones y ayudas que han obtenido para su comunidad, en conjunto con los
demás miembros de la JAC.

Esa fecha inolvidable en que se celebra el día de San José patrón de los
trabajadores, carpinteros e ingenieros, coincide con la esencia de los primeros
habitantes quienes con su tesón y esfuerzo levantaron lo que hoy es uno de los
barrios más organizados de Ibagué.

En el rostro de María del Carmen se dibuja un gesto de satisfacción, mientras narra
la manera en que el entonces incipiente Uribe Uribe era construido por la minga de
la que ella hizo parte.

El tiempo lo dividía entre el trabajo y la construcción del barrio. Todas las noches las ocupaba planeando junto a los vecinos el futuro de su localidad.

Lo primero que se construyó fue la escuela y el salón comunal. Tenían siempre en
mente la idea de hacer lo mejor posible por el bien de todos.

Su labor altruista no se limitó a soñar y construir un espacio físico, pues Doña
Carmen también velaba por el bienestar de los miembros de su comunidad.

Recuerda, con algo de nostalgia, una de las épocas más difíciles, cuando la
epidemia de “siete luchas” llegó al sitio. Ella fue una de las encargadas de llevar
brigadas médicas para el control de la enfermedad. De esta manera presenció cómo
aquella plaga les quitaba la vida a algunos sus vecinos.

“Fue un periodo complicado y triste, pero gracias al esfuerzo de todos salimos
adelante” dice.

Y es que la construcción de todo un barrio no es tarea fácil, de eso es consciente
Carmen, quien reconoce además que cuando las condiciones económicas y
sociales de la comunidad no son las mejores, varias dificultades aparecen en
escena.

Ejemplo de ello los casos de delincuencia y drogadicción que por un buen tiempo
se tomaron las calles de este sector. Situación que fue superada, una vez más,
gracias a la cooperación y unión de sus habitantes.

En las evocaciones de Carmencita son evidentes el entusiasmo y la mentalidad
positiva. Y aunque reconoce que los vecinos de ahora no son como los de aquel
entonces, está convencida de que su barrio es el más unido y organizado.

Hoy, con ocho hijos, 19 nietos y 12 bisnietos, lo suficiente como para iniciar un
nuevo barrio, esta mujer tiene la dicha de haber sacado adelante a su familia y el
honor de quedar en la historia como una de las personas que hizo posible la
existencia del Uribe Uribe.

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